sábado, 21 de agosto de 2010



Entréguele u pedazo de papel a cada persona y dígales que van a votar por la Persona Más Valiosa en el grupo de jóvenes.

Los votantes deben escribir en la hoja de papel su primera, segunda y tercera opción.

Cada voto por el primer lugar equivale a 3 puntos, un voto por el segundo lugar equivale a 2 puntos y votos por el tercer lugar equivalen a 1 punto. (Por ejemplo, José González recibió dos votos por el primer lugar, siete votos por el segundo lugar y seis votos por el tercer lugar.

Su anotación final es de 26 puntos.)

No explique la votación con más detalles que estos. Deje que los jóvenes juzguen en base a sus propios valores.

Recoja las votaciones cuando hayan terminado y totalice las puntuaciones individuales.

Anuncie los tres finalistas para ser PMV, y pídales que preparen un discurso de 30 segundos diciéndo por qué ellos piensan que deben ser escogidos para ser la Persona Más Valiosa del grupo.

Luego de los discursos, lea en voz alta Lucas 9: 18-36. Pregunte: ¿Por qué crees que los discípulos estaban discutiendo acerca de quién era el más grande? (Sugerencia: Piensen acerca de la confesión de Pedro, los privilegiados discípulos que presenciaron la Transfiguración de Jesús, y el testimonio del padre del niño enfermo cuando dijo: "le rogué a los discípulos que lo echaran fuera pero no pudieron.")

Concluya leyendo Lucas 9: 47-48 y Mateo 20: 26-28. Pregunte: Si fuesemos a votar de nuevo por la PMV en el grupo de jóvenes ¿votarían diferente esta vez? ¿Por qué sí o por qué no?
Antes de despedir a los jóvenes, puede hacer una ceremonia de lavamiento de los pies o distribuír una toallita o pedazo de toalla a cada estudiante y pidales que la lleven consigo hasta la próxima reunión para que les recuerde que el más grande de todos es aquel que sirve a otros. Cierre con una oración pidiéndo que Dios les conceda oportunidades para ser PMV's la próxima semana.

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